GRUPOS ÉTNICOS Y LINAJES MATERNOS Y
PATERNOS AMERINDIOS EN MUESTRAS POBLACIONALES NEOAMERICANAS
Carnese F .R. 1, Dejean C. B. 1, Caratini
A. L. 1 y Avena S. A. 1-2
1 Sección Antropología Biológica, ICA,
FFyL, Universidad de Buenos Aires, Argentina.2 Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas ( CONICET), Argentina.
antbiol@gmail.com
A partir de los datos de los padrones y
de los censos realizados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en los
siglos XVIII a XX, se evaluó la composición étnica de la población y las pautas
matrimoniales de los inmigrantes de origen europeo que arribaron al país desde
mediados del siglo XIX. El comportamiento matrimonial de la mayoría de los
inmigrantes fue altamente endogámico. La exogamia, que la practicaron
principalmente los varones, estaba condicionada por las variaciones en la
proporción sexual. No obstante, dentro de esas uniones, se detectó un elevado
porcentaje de endogamia encubierta. Estas uniones siguieron, en general, el
criterio de adscripción por nacimiento más que el de adscripción voluntaria,
como cabría esperar en grupos migrantes. Posteriormente, sobre esta población,
básicamente de origen europeo, se asentaron grupos migrantes del interior del
país y de países limítrofes de elevada composición indígena, que produjeron
cambios en el acervo genético de la población. En un estudio previo hemos
constatado, mediante la determinación de marcadores genéticos tradicionales, un
16% de presencia indígena en el AMBA. Con la finalidad de analizar si esos
cambios se tradujeron en un aumento de las uniones interétnicas, hemos
estudiado el ADN mitocondrial (RFLP) y el cromosoma Y (DYS 199T) para
determinar el origen étnico-geográfico de los linajes maternos y paternos
amerindios. Sobre un total de 303 individuos estudiados se detectó un 44% de
haplogrupos mitocondriales amerindios, mientras que de 201 varones sólo el 4%
presentó la mutación DYS199T del cromosoma Y. Esta distribución sexo-específica
diferencial, al acervo genético del AMBA, nos indica que la contribución
materna amerindia ha sido significativamente mayor que la paterna. El mayor
aporte de linajes amerindios fue proporcionado por individuos cuyos ancestros
nacieron en las regiones del norte (Nor) y Centro-Sur (C-S) del país (Nor: LM =
69%, LP = 9% ; C-S: LM = 24%, LP = 5%). A su vez, el 95% de las personas que
presentaban la mutación DYS199T, también tenían un ancestro materno amerindio.
De confirmarse estos datos, a partir del análisis de un número mayor de
muestras, podríamos postular que: 1) las uniones biológicas se seguirían
realizando, preferentemente, a nivel “intraétnico”; 2) no estaríamos
asistiendo, aún en la actualidad, a un proceso de “amalgama” o “crisol de
razas” de acuerdo al criterio de adscripción voluntaria; 3) las uniones
biológicas interétnicas estarían limitadas por factores culturales y
socioeconómicos. APOYO FINANCIERO: CONICET-UBACYT.
|