Diversidad en el ADN mitocondrial de una
población aymara del altiplano boliviano
J.-M. Dugoujon¹ ; N. Saenz-Ruales¹ ; M. Gaya Vidal¹ ;
P. Gerbault¹ ; A. Rodriguez² ; M. Villena²
1 Centre d Anthropologie, CNRS et Université Paul Sabatier,
Toulouse, France; 2 Instituto Boliviano de Biologia de Altura (IBBA),
La Paz, Bolivie
dugoujon@cict.fr
La población aymara se distribuye en dos comunidades
agrícolas: Tuni y Amachuma, situadas a tres quilómetros la una de la
otra. Ambas pertenecen a un grupo constituido por una docena de
comunidades que ocupan cinco quilómetros cuadrados, entre La Paz y
el lago Titicaca. Este trabajo de biodiversidad humana ha sido
realizado en el marco de un estudio sobre las adaptaciones
fisiológicas a la altitud, conducido por el IBBA (Instituto
Boliviano de Biología de Altura) de La Paz, bajo la responsabilidad
de la Prof. M. Villena. Asimismo, se ha realizado en estas
comunidades un análisis de parámetros que configuran la identidad
biológica: identificación a un ambiente y a su modo de explotación,
estructuras matrimoniales, movimientos migratorios y barreras
culturales. Se han reconstruido genealogías, tomando como base
registros parroquiales que se remontan al siglo XVIII (encuestas
coordinadas por E. Croigner en el marco de un GDR). A partir de
estas informaciones, relevantes para poder discutir la estructura
genética de nuestra población, se han seleccionado 61 individuos no
emparentados en función de sus genealogías maternas. La variación en
el ADN mitocondrial se ha determinado a partir de RFLPs y de las
secuencias de las regiones hipervariables HVI y HVII (región control
o D-loop) habiéndose identificado los cuatro principales haplogrupos
(A, B, C y D) amerindios. El haplogrupo B es el más frecuente con un
82 %, A y C lo son en un 6.5 % y D en un 5%. Se han comparado estos
resultados con los de ocho poblaciones amerindias que pertenecen a 3
familias lingüísticas: Chibchan-Paezan (Yanomana y Cayapa), Andean (Aymara,
Mapuche, Pehuenche y Yaghan) y Equatorial-Tucanoan (Guahibo). El
análisis factorial de correspondencias, las imágenes armónicas y el
dendrograma permiten visualizar las diferencias genéticas entre las
poblaciones y la parte de cada haplogrupo. Las relaciones
filogenéticas se han estimado mediante un network. Los resultados
ponen en evidencia una importante variación de las frecuencias, con
la presencia de 3 grupos geográficamente marcados. Es importante
destacar la homogeneidad genética observada a nivel de los Andes
centrales, que expresa un largo proceso cultural de desarrollo de
sociedades complejas, con un fuerte aumento demográfico. Los
intercambios debidos a deriva génica provocada por diversos factores
son probablemente los que han conducidos a dicha homogeneidad, más
importante en los Andes que en el resto del sub-continente
americano.
|